Mentalidad estratégica: una forma de observar y actuar

Normalmente esa persona o líder que nos habla de mentalidad estratégica, nos estará hablando de la necesidad de desafiar el status quo; de mirar a largo plazo y saber definir prioridades; de entender con mayor profundidad y de manera sistémica la situación actual del equipo y empresa; de ser más relevantes en nuestra comunicación e interacción entre áreas y, especialmente, en organizaciones matriciales; en definitiva, de pensar fuera de la caja y aportar más valor al equipo y organización.

El pensamiento estratégico es un hábito mental, que requiere una pausa reflexiva para analizar de manera crítica el entorno, y así tomar mejores decisiones. Y es que la capacidad de tener y desarrollar tu pensamiento estratégico, determinará la cantidad de impacto y la profundidad de la influencia que podrías ejercer en tus equipos y entorno.

 Haciendo un paralelismo con el ajedrez, como lo desarrolla de manera brillante Garry Kasparov en su libro “Cómo la vida imita al ajedrez”, podríamos decir que, para desarrollar ese pensamiento estratégico necesitamos:

✅ Movimientos conscientes y deliberados: 

Igual que todo movimiento de una pieza de ajedrez, es deliberado; detrás de cada una de nuestras decisiones ha de haber una reflexión, junto con sus porqué y para qué.

✅ Visión de futuro propia y proactiva: 

“Si jugamos sin objetivos a largo plazo, – afirmará Kasparov – nuestras decisiones se convierten en exclusivamente reactivas y nos vemos jugando el juego de nuestro oponente, no el nuestro.”

✅ Pensar hacia adelante, razonar hacia atrás:

“El estratega empieza con un objetivo para un futuro lejano y trabaja retrocediendo hasta el presente”, dirá el genio del tablero.

✅ Objetivos intermedios:

“Esos objetivos intermedios son esenciales. Son los ingredientes necesarios para crear las condiciones favorables para nuestra estrategia”, afirmará Kasparov.

Cuando leí esta frase de Ralph Waldo Emerson, me encajaron aún más las piezas y me encantó,  por eso se la comparto:  “El hombre que sabe CÓMO, tendrá trabajo siempre. El hombre que, además, sabe PORQUÉ, siempre será su jefe”. Seas o no jefe, ¡qué lindo es que las decisiones sean tuyas y te pertenezcan porque piensas sobre ellas!, o al menos luchas por ello. ¿Qué piensan de ello?

¡Buena semana, amigos!

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