Hacer que merezca la pena

Claves para descubrir tu propósito

¿Cuántas veces te has planteado porqué tu vida merece la pena ser vivida?

En alguna ocasión me han respondido que la pregunta se las trae, que es demasiado profunda, incluso, a veces, pareciera dura de plantearse. Pero creo que es más bien su respuesta la que pudiera generar inquietud, y pienso que eso es bueno. Al menos mejor una inquietud reflexiva que la tranquilidad de quien no tiene respuestas o no las hace consientes, quizá por no hacer cambios en su vida.

Y, estoy seguro, todos vamos a encontrar razones positivas que respondan a ese porqué. Al igual, que alguna reflexión sobre si son esas respuestas las que deseamos dar, las que más satisfechos nos dejan, y las que desearíamos que respondieran aquellos que más amamos.

En cualquier caso, este tipo de preguntas tienen un objetivo: hacernos más conscientes de la vida que llevamos, y si somos nosotros los capitanes de nuestro barco, los dueños de nuestro destino. En definitiva, si tenemos activado, de alguna manera en nuestra vida, tanto personal como laboral, algún tipo de propósito.

Me gusta pensar en el propósito como esa tarea, proyecto o idea  que da sentido a tu vida, en la que pones en marcha tus talentos, y en la que te entregas a algo más importante que tú mismo. Y que cuando lo hemos activado, nos ofrece innumerables beneficios:

  • Nuestra vida completa cobra un profundo sentido.
  • Se dispara nuestra energía y motivación.
  • Nuestra conexión con los demás se vuelva más auténtica y significativa
  • Al tener un norte, hacia dónde dirigirnos y cómo hacerlo, nos facilitan el resto de las decisiones.
  • Y en los momentos de dificultades, nos ofrece un lugar donde asirnos y apoyarnos, para ser más resilientes.

El propósito da sentido a nuestra vida, le da profundidad y le ofrece direccion.

Hablar del propósito o de una vida con propósito se ha convertido en una necesidad en nuestros días, pero me he encontrado demasiados casos, y entre personas concienzudas y muy bien formadas, que no saben responder a la pregunta y definir definitivamente cuál es su propósito. Por eso, cuando me invitaban en BBVA a dar una conferencia sobre el Propósito para ayudar a los asistentes a redefinirlo o fortalecerlo, le dediqué un muy buen tiempo a hacer más comprensible el concepto y, sobre todo, ofrecer alguna idea que nos acerque al nuestro a nuestro propósito en particular.

Aquí algunos tips e ideas que, ojalá, te puedan ayudar:

  • En primer lugar, y por mi experiencia al trabajar este tema, creo que no es bueno querer definir de inicio un propósito global, que abarque nuestra vida entera. Por eso reclamaría más bien una reflexión sobre diferentes propósitos en nuestros distintos ámbitos (personal, social, profesional, familiar, etc); roles (de papá, mamá, esposo esposa, compañeros, amigo, proveedor y cliente, etc); o ámbitos de nuestra vida.
  • En segundo lugar, y teniendo en cuente que el propósito es una entrega, la pregunta inicial que me haría sería ¿a quién?, ¿a quién quieres entregar tu vida y porqué es significativo para ti? Quizá, ésta, sea la pregunta más importante.
  • Tercero y, habida cuenta de que podemos encontrarnos varios “a quienes”, y diferentes tareas, actividades o áreas de nuestra vida, quizá tenga más sentido de hablar de múltiples propósitos, y preguntarnos qué sentido le puedo dar a esa relación, tarea, trabajo o actividad.

Para empezar, seguro que aquí ya hay bastante tarea y reflexión. Y si somos capaces, después de encontrar algunos propósitos, de respondernos que así, sí, merece mucho mas la pena vivir nuestra vida, seguro que será más fácil vivirla más felices. Y no porque busquemos la felicidad, sino porque encontramos los motivos para ser felices.

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